Los monitores de actividad y pulsómetros resultan una herramienta excelente por distintos motivos. Eso es indiscutible. Gracias a ellos puedes registrar tu propia actividad y dirigirte hacia un estilo de vida más activo y saludable. En el aspecto «financiero», estos pequeños «gadgets» tampoco le harán daño a tu bolsillo, ya que los encontrarás en un amplio rango de precios. Pero para esas personas más perezosas, en este artículo os traemos unos cuantos consejos para que puedas engañar a tu pulsómetro.
Los 7 mejores consejos para engañar a tu monitor de actividad
Ya lo dijo el alemán Gottfried Benn a principios del siglo XX: «Creo que el caminar es un tipo de movimiento antinatural. Los animales corren, pero el ser humano debería cabalgar o ir en coche». Y este señor era médico…
Engaña a tu pulsómetro con un taladro
El taladro hará que te sea realmente fácil alcanzar la actividad diaria deseada. Lo mejor de todo es que una mano queda libre. Por lo tanto, mientras se la juegas al pulsómetro, podrás hablar por teléfono e informar a la persona que te regaló el taladro que por fin le has encontrado una utilidad. Sólo tienes que fijar el monitor de actividad al acople del taladro y activar éste último. No le des a tope, de lo contrario el pulsómetro sufrirá un trauma de centrifugado y dejará de contar.
Usa a tu mascota
¿Tienes un perro o un gato, que no para de moverse por toda la casa? Pues, ¡aprovéchate de ese impulso animal! Coloca el pequeño sensor de movimiento en el cuello del animal y déjalo que se mueva a sus anchas. ¡Tu seguro médico estará orgulloso de tu actividad! Ten en cuenta, eso sí, que si tu mascota es un cerdito vago, este engaño no te servirá de mucho. ¡Por suerte tenemos aún otros cuantos consejos!
El metrónomo como método de engaño
El oficio de pianista es un oficio maravilloso. No es el típico trabajo con horario de 9 a 20h. No obstante, también va unido a largas horas sobre la banqueta. A no ser que se trate de uno de esos músicos que tocan rock’n’roll de pie, estar sentado es de hecho la única opción que brinda esta actividad para tocar de manera razonable. Pero esto no tiene por qué significar que el monitor de actividad de un pianista muestra tanta inactividad. Al contrario. Los pianistas cuentan a menudo con el instrumento perfecto para engañar al pulsómetro: el metrónomo. Y esto se explica prácticamente solo.
En el caso de los físicos, sería el péndulo. Esto también se puede activar estando sentados y añadirá unos cuantos pasos a tu cuenta. No está mal, ¿no?
El neumático de bicicleta
La mayor «desventaja» de un monitor de actividad es que tienes que moverte. La segunda es que si montas en bici de vez en cuando, este aparato es probable que no cuente los kilómetros recorridos. A no ser que coloques tu pulsómetro en los radios. ¡Así se sumarán un montón de pasos! Y si te haces con una réplica de la rueda de bicicleta del artista Marcel Duchamps, ni siquiera tendrás que pedalear para ganar pases de manera sencilla y sabia.
Relación entre tu pulsómetro y la televisión
Al ver la televisión, definitivamente hay también movimientos de mano, que pueden simular una caminata ligera. Por ejemplo, cuando estás viendo un partido de fútbol y levantas tus puños al cielo con alegría y emoción. Eso te sumará un par de pasos, seguro. O cuando de repente te salta en la tele el último capítulo de «Adán y Eva» en la televisión privada y mueves tu mano repetidamente, golpeando el mando contra el canto de la mesa debido a la rabia que te genera este tipo de programas.
Los más pequeños de la casa te ayudan
¿Eres de esas personas afortunadas que pueden presumir de vástagos? ¡Esos locos bajitos! ¿Sabes que es lo mejor de ellos? ¡Su infinita necesidad de movimiento! Coloca tu monitor de actividad en el brazo o la pierna de alguno de tus hijos. De este modo, mientras los más pequeños se desfogan en el parque, tú irás sumando pasos a la vez que charlas con otros padres en el banco. O cuelgas algo en Facebook, del tipo «qué mal se han portado hoy los niños». Ya no juegan en la calle a indios y vaqueros, sino que se pasan el día frente al ordenador o con las redes sociales.
Cócteles y huevos revueltos
¿Tienes invitados esta noche y te consta que vais a pasar toda la noche sentados en el sofá? Vaya… Así no vas a sumar pasos. Y aquí va un truco para darle vida a la noche y sumar de paso algunos pasos adicionales. En lugar de un vino tinto seco o un whisky ahumado, sirve cócteles que tengas que agitar previamente. Preparar un cóctel sustituye 5 minutos de paseo al aire libre.
Si os entra hambre a media noche, en lugar de preparar unos huevos fritos, haz mejor unas cuantas tortillas. Éstas tienen la ventaja de que primero tendrás que batir los huevos. ¡Cada tortilla equivale a dos minutos de paseo! ¡Y además estarás consumiendo proteínas de calidad!
