¿Te preocupa la longevidad? Si te has estado poniendo crema antiarrugas cada noche durante los últimos años, pero te sigues sintiendo mayor, puede que sea hora de poner en práctica los hábitos adecuados para mantener la sensación de juventud y para estar plenos de vida. La prevención de la edad puede conducir a una obsesión insana hacia la cirugía estética, el botox y otros tratamientos cosméticos que pueden resultar innecesarios. Puede ser suficiente con unos simples cambios en tu estilo de vida, que te ayudará a llevar tu edad con dignidad, sin tener que recurrir a procesos cosméticos.
Aunque todo el mundo desea una vida larga y saludable, no todo el mundo tiene claro cómo conseguir dicha longevidad. Mantener una salud de hierro a lo largo de la vida puede resultar complicado y en ocasiones confuso. De modo que, ¿qué se debe hacer para aumentar la esperanza de vida? ¿Hay que caminar? ¿Se debe comer proteína? ¿Tenemos que hacer yoga?
Ponte en marcha
Es fácil entender que la presión del trabajo y la familia pueda hacerte sentir que es complicado sacar tiempo para el ejercicio. Además de perder peso y aumentar tu fuerza, hay beneficios aún mayores que puede aportarte la actividad física regular. El ejercicio te ayudará a disminuir el riesgo de desarrollar enfermedades como el cáncer, enfermedades cardiovasculares o diabetes. El ejercicio regular también mejora tu bienestar psicológico al liberar endorfinas que combaten el estrés, la ansiedad e incluso la depresión, reforzando así tu buena salud mental y manteniéndote feliz.
En lugar de llevar una vida sedentaria, tómate unos minutos al día para conectar con la naturaleza. Si tu trabajo requiere que estés mucho tiempo frente al ordenador, date un paseo a la hora de comer. Salir al aire libre, aunque sea para un rato, es clave. Esto se debe a que la luz solar es una fuente vital de vitamina D. Esta vitamina es necesaria para fortalecer los huesos, ya que ayuda a tu cuerpo a absorber el calcio y el fósforo.
Realizar ejercicio puede aumentar la probabilidad de alcanzar los 90 años en un 20-30%, según varios estudios. Los científicos sugieren que se debe sudar la camiseta al menos 3 veces a la semana. Ejercicios tales como correr están especialmente indicados para favorecer la densidad ósea y reducir el riesgo de que los huesos se vuelvan finos, débiles y frágiles. Si practicas una actividad física intensa de forma regular, como sesiones de Cross Fit o HIIT, también podrás favorecer la longevidad. Y sólo te llevará una media hora al día. Levantar peso y el entrenamiento de resistencia pueden aportar asimismo un gran número de cambios beneficiosos a nivel molecular, hormonal, de encimas y químico en tu cuerpo. Esto ayudará a ralentizar y detener algunas de las enfermedades provocadas por un estilo de vida sedentario.
Si te gusta la naturaleza, puedes salir a caminar, practicar senderismo, montar en bici, jugar al fútbol o al golf. Si prefieres la aventura, puedes hacer uso de alguna actividad de geolocalización como el geocatching. Además podrás compartir esta experiencia con tus amistades. Las artes marciales, la escalada, el piragüismo, el paintball, el patinaje sobre hielo y el snow board son sólo algunas de las opciones para quienes busquen algo más emocionante.
Elige mejor lo que comes
Llevar una dieta saludable, seleccionando alimentos equilibrados como fruta y verdura fresca, proteínas, menos carbohidratos y más grasas saludables, mantendrá tu salud en mejor estado. Y aún mejor si evitas la comida rápida, los alimentos con mucha azúcar y las grasas saturadas. Esto también aumentará tu longevidad. Los científicos han descubierto que las personas que sufren obesidad tienen un 44% más de probabilidades de morir antes de los 90.
A los alimentos ricos en vitaminas y antioxidantes, como los frutos rojos y las alcachofas, se les atribuyen un efecto ralentizador del envejecimiento. Asimismo, tomar suplementos multivitamínicos, como vitamina C y E, pueden cubrir el vacío entre los alimentos ingeridos y las necesidades reales de tu cuerpo para favorecer la longevidad. Las naranjas, los pimientos y la kale están en lo alto de la lista de alimentos ricos en vitamina C. Las almendras, las espinacas y el boniato destacan por su contenido en vitamina E.
Reduce la ingesta de calorías
Reducir la ingesta de calorías puede disminuir el riesgo de sufrir obesidad abdominal, diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares. Está ampliamente aceptado entre los profesionales de este campo que la restricción calórica que no implique malnutrición retrasa el comienzo del envejecimiento. Además favorece la longevidad en una gran variedad de animales modelo, como los microbios de la levadura, lombrices, moscas y roedores de laboratorio. Investigadores de la universidad de Wisconsin-Madison sugieren que restringir la ingesta de calorías, a la vez que se continúa tomando suplementos esenciales, puede aumentar también la esperanza de vida. En cualquier caso, aún no se tiene claro por qué sucede esto.
Controla el estrés
El estrés libera la hormona cortisol, que interfiere en tu salud mental, emocional y física, disminuyendo tu esperanza de vida. Cada vez que te preocupas, sientes ansiedad o tienes una reacción exagerada, podrías estar acortando tu vida, según estudios realizados por la Universidad Purdue. Si consideras que eres una persona que se preocupa con frecuencia o sufres de ansiedad o depresión, hay medidas que puedes tomar para alcanzar una vida longeva. No hay duda de que la relajación es positiva para tu salud. Aprender a controlar el estrés y realizar técnicas de relajación, como yoga, Pilates, respiración o meditación, puede ayudarte a ello. Practicar meditación y yoga puede resultar uno de los cambios más efectivos en tu estilo de vida que puedes adoptar para aumentar tu esperanza de vida.
Dejar de fumar
¿Sientes adicción a la sensación que tienes al expulsar el humo del cigarrillo? Dejar de fumar mejorará tu salud respiratoria, dental y general, permitiéndote disfrutar de una mejor salud y una vida más larga. Hay estudios que apuntan a que los no fumadores tienen el doble de oportunidades de llegar a los 90 que las personas que fuman.
Mantener tu actividad social
Ninguna persona es como una isla, por lo que el aislamiento tiende a hacer que sientas soledad e infelicidad. Si mantienes tu actividad social, tu felicidad será mayor y tu salud mental y emocional será mejor. Todo el mundo sabe que las amistades son importantes para tener una vida feliz, pero además también pueden hacer que vivamos más. Existen estudios sobre la soledad que han asociado el aislamiento social con un mayor riesgo de muerte en el caso de personas mayores. De forma similar, otras investigaciones han demostrado que las personas casadas tienen una mayor esperanza de vida que las «singles». Se cree que las personas que se casan pasan por tener una mejor red de soporte social, minimizando el riesgo de aislamiento.
Todo está en tu ADN
Una gran cantidad de investigaciones sobre el envejecimiento se han centrado en el papel de los telómeros. En los extremos de tus cromosomas hay una tapa que evita que tu ADN se fusione y corrompa el modelo genético de la célula. Esa tapa se conoce como telómero. Cada vez que tus células se dividen, se pierde una pequeña parte de ese telómero. Con el paso del tiempo, los telómeros se vuelven cada vez más cortos. Cuando ya son demasiado cortos, la célula no puede seguir dividiéndose; pasa a ser inactiva o muere, teniendo como resultado tu envejecimiento.
Hay estudios que revelan que los telómeros largos están relacionados con una esperanza de vida superior, mientras que los cortos están unidos a enfermedades tales como el cáncer, enfermedades cardiovasculares y demencia. Una investigación de Dean Omish dio evidencias de que la dieta, el ejercicio aeróbico moderado, el control del estrés y el apoyo puede aumentar la longitud de los telómeros, favoreciendo así la longevidad.
Los científicos también han desarrollado un test que puede indicar tu «edad biológica», que midiendo la longitud de los telómeros, indica si es mayor o menor que tu edad cronológica.
Aunque hay medidas que puedes tomar para ayudarte a tener una vida más larga y saludable, también hay un elemento importante involucrado en ello: el que define tu ADN. Es decir, tu genética y tu historia familiar influyen en cuánto tiempo vivirás. Si tus padres vivieron una vida larga, eso aumenta tus probabilidades. En cualquier caso, tus elecciones en el modo de vida pueden llegar a ser más importantes que tus genes. De hecho, se cree que tus genes suponen menos del 30% en lo que a determinar tu esperanza de vida se refiere. El resto depende de tu forma de vivir.