Los que corren en las grandes ciudades lo saben bien: es genial salir a correr, si no fuera por las tediosas pausas que hay que hacer cuando el semáforo se pone rojo. Por eso cada vez son más los que aprovechan esa pausa para convertirlo en tiempo de entrenamiento efectivo. Ya no se conforman con quedarse de pie o pegar saltitos de lado a lado, hasta que por fin el semáforo se pone verde. Los corredores de las grandes ciudades ahora usan la fase roja del semáforo para realizar una breve sesión de fuerza. Esto hace que el «running» por la ciudad sea más variado. Y además se queman muchas más calorías. El único requisito: ¡tiene que darte exactamente igual lo que el resto piense de ti! Y es que no podrás evitar que los demás transeúntes te echen alguna mirada.
Así funciona el entrenamiento con el semáforo en rojo
En este tipo de entrenamiento se intercalan sesiones de carrera o sprints con breves sesiones de fuerza. Cuando nos encontramos un semáforo en rojo, sencillamente realizaremos un par de zancadas o sentadillas. Si hubiera un banco o un muro cerca del semáforo, también se pueden llevar a cabo p.ej. fondos de tríceps. Cuando veamos que el semáforo va a cambiar de color, respiramos hondo, y al ponerse verde seguimos corriendo… hasta el próximo semáforo en rojo que nos encontremos. De esto también pueden surgir sesiones HIIT, intercalar sprints y ejercicios de fuerza, y aprovecharte del efecto «afterburn». Lo que hace que el entrenamiento sea tan emocionante: nunca se sabe el tiempo que estará el semáforo en rojo.
El entrenamiento con el semáforo en rojo… en coche
Para los conductores también hay una variante. Quien tenga que esperar frente a un semáforo en rojo, podrá emplear ese tiempo para realizar una breve sesión para el tren superior: sólo hay que agarrarse fuertemente al volante y tensar cada músculo del tren superior durante unos 15 segundos (o hasta que el semáforo vuelva a ponerse verde). Yo lo he probado esta semana de camino al trabajo, y sólo puedo decir que ¡siento cada uno de mis músculos! Menos mal que mi compañero Rubén acababa de pasarme un par de consejos contra las agujetas…
La alternativa
cardiostrong TX50
¿Correr por la gran ciudad no es lo tuyo? ¿Demasiado estresante?¿mucho tráfico?¿demasiada poca tranquilidad? En ese caso súbete a una cinta de correr. Al entrenar en casa, también podrás introducir el uso de pesas para los ejercicios de fuerza. Además, para una sesión de entrenamiento que combine la sesión de fuerza y de cardio, una máquina de remo es perfecta. Y es que sigue siendo importante: ni la sesión de fuerza ni la de resistencia deberían ser demasiado breves en un entrenamiento de fitness.
