Acaba de llegar ese momento del año en el que nos gustaría haber empezado antes a hacer algo de deporte y a movernos más: «¡Maldición! Junio… y la báscula sigue mostrándome una sonrisa burlona…». En primer lugar, la buena noticia: nunca es demasiado tarde para empezar y ponerse en forma. Para ello, eso sí, necesitarás la motivación suficiente. Además estos 8 consejos pueden ayudarte.
El momento ideal
El momento perfecto para empezar a moverse, practicar algo de deporte y ponerse en forma, siempre es el mismo: AHORA. Si has descubierto algún deporte, algún ejercicio o algún programa que te motiva, ponte ya mismo con ello. Apúntate al gimnasio, forma parte de algún club deportivo, adquiere una bicicleta de ciclo indoor si prefieres pedalear a cubierto o sencillamente date una vuelta; cualquier cosa, menos ponerte a trastear con el ordenador. Lo importante es que sea ahora. No te propongas comenzar con el entrenamiento en alguna fecha (simbólica), sino hoy mismo.
Deporte: algo para comentar con los demás
Cuéntales a tus compañeros de trabajo y amigos de tus intenciones deportivas; de esta forma también ejercerás cierta presión sobre ti mismo. No suele ser plato de buen gusto tener que admitir que no se ha hecho nada de lo que se había anunciado. Una vez tus intenciones se hayan materializado, también podrás hablar de ello. Pero ten cuidado: a nadie le gustan los fanfarrones del deporte.
Crear rutinas de las excepciones
Ponte citas en el calendario para tus actividades deportivas y tómatelas en serio. Se trata de tu cuerpo, tu salud y tu bienestar; todo esto es al menos igual de importante que tu quedada semanal para jugar al póker o tu visita de todos los fines de semana al cine. Y lo mejor: pronto dejarás de sentirlo como una «cita», y pasará a ser una agradable rutina.
Escribir un diario
Anota tus sesiones de entrenamiento o deja que lo hagan por ti: la mayoría de pulsómetros cuenta con funciones de diario y los datos se pueden transmitir p.ej. al ordenador o consultarlos online. Otra opción igual de válida es llevar un clásico diario de entrenamiento. De esta forma siempre tendrás bajo control si cumples o no con tus objetivos, o si los superas con creces. ¡Así, el helado que te comas el fin de semana te sabrá aún mejor! Estoy bastante seguro de que mañana me comeré un helado, aunque aún no tengo del todo claro que me lo haya ganado.
Una recompensa es obligatoria
Helado – este tema ya ha salido antes. Cuando hayas alcanzado alguna meta, tendrías que estar orgulloso de ello y premiarte de vez en cuando por haberlo conseguido. No deberías caer en la típica mentalidad de «hacer deporte – ¡hecho!». Si consideras el entrenamiento como una obligación o una carga, terminarás por dejarlo. ¿Cómo deberían ser las recompensas? Pues eso te toca decidirlo a ti, aunque sí te recomendamos que lo sientas realmente como una recompensa, y a poder ser, que no sea contraproducente. Después de un tour en bicicleta, una cervecita en el puerto: totalmente aceptable; una pizza de 32 cm, pan de pizza, un litro de refresco de cola o una botella de vino: mejor si son excepciones.
Implica también la vida cotidiana
No te pongas demasiada presión. Si deseas ser más activo, no se trata de el máximo rendimiento ni nada por el estilo; se trata sobre todo de moverse algo más. Y esto también lo puedes conseguir con pequeños cambios en tus hábitos diarios. P.ej. no hay por qué ir necesariamente en coche al trabajo, si vives a 20 minutos caminando (o lo que es lo mismo, a 7 minutos en bici). Otro consejo muy popular: si se viaja en bus o metro, sencillamente bájate una parada antes de tu destino y realiza el resto del trayecto a pie. Claro que eso depende de la distancia entre estaciones…
Entrena con un compañero
Hace poco se publicaba en algún lugar que los grupos de corredores son el mejor Tinder. Aunque el modus operandi es en este caso totalmente opuesto. Así como en Tinder se intenta presentarse de la mejor forma posible en cuestión de segundos, al correr durante un rato largo muestras tu parte menos atractiva: el sudor, los jadeos, la cara roja, probablemente una vestimenta para correr un tanto estrambótica y unas zapatillas con olores no tan agradables. A pesar de ello, los compañeros de entrenamiento pueden ser grandes aliados. No sólo porque puedes ir hablando, sino porque te resultará más difícil poner excusas, sabiendo que hay alguien esperándote.
Un poco de buena música en tus oídos
La música te ayudará mientras practicas deporte y hará que el tiempo vuele. A algunas personas las sesiones de entrenamiento de condición física algo más tranquilas les resultan aburridas, algo que puedes solucionar fácilmente p.ej. con audiolibros. Mejor si evitas los «tochos». Por lo tanto, ponerte algo de Shopenhauer quizá no sea la mejor idea. Desde Fitshop te recomendamos mejor algo más ligero, que te entretenga de verdad. Para un entrenamiento más prolongado a menor intensidad, p.ej. para mejorar la resistencia de base en una bicicleta ergométrica, puedes recurrir a los cuentos de Jorge Bucay.
Y si todo esto no es suficiente…
…¿Qué tal recorrer el mundo? Échale un vistazo al modelo exclusivo del que disponemos en Fitshop de la Kettler Racer S. Verás que este modelo de bicicleta de ciclismo indoor incluye el Kettler World Tours 2.0. Gracias a este programa, podrás recorrer tramos de cualquier parte del mundo; ¡sólo tienes que montarte en la bici y disfrutar!