Siempre que empiezas a entrenar siguiendo un nuevo plan de entrenamiento, hay algo que te duele. ¿Te suena esta situación? Algunos deportistas suelen quejarse a diario sobre los dolores que sufren. No son dolores terribles, pero son suficientes para que molesten. Pero, ¿de qué se trata exactamente? ¿De dónde provienen? Y aún más importante: ¿cuánto tardan en desaparecer? En la gran mayoría de los casos, podemos tranquilizarte diciendo simplemente: «¡No es nada grave! ¡Son agujetas!»
Después de 35 años en el mercado del deporte, seguimos encontrándonos con personas que han escuchado hablar de las agujetas, pero que nunca las han experimentado realmente en carne propia, o al menos no han sabido reconocerlas. Aunque todo el mundo se atreve a explicar lo que son. Es algo relacionado con el deporte y duele. Esa es la opinión general.
Sin embargo, hay ciertas personas que no opinan igual. Algunos pertenecen al grupo de personas a las que les gustan las agujetas.
Claro que pueden resultar desagradables, cuando notas un ligero dolor muscular el primer día después del entrenamiento; sobre todo, sabiendo que el segundo día será aún peor.
Esas personas disfrutan dándolo todo durante el entrenamiento y se alegran de sesiones exigentes. Puede sonar raro, pero… ¡«haberlas haylas»!
Qué son las agujetas y cuáles son los síntomas
Entre los síntomas típicos de las agujetas están
- Dolor emergente con un retraso de aproximadamente un día después de una carga
- Duración del dolor de unos 5 días
- La musculatura afectada se presenta tensa, sin fuerza y duele al moverse, así como al presionar sobre la zona afectada
La ciencia explica las agujetas como microfisuras en los tejidos musculares. Mediante cargas muy intensivas o a las que no estás acostumbrado, surgen pequeñas lesiones. Debido a ello se da un almacenamiento de agua en las células musculares. Se forman edemas. Las células musculares se hinchan y se expanden. Las agujetas son precisamente este dolor de expansión. La constricción de los tejidos derivada de dicha hinchazón lleva además a una irrigación sanguínea reducida y esto también puede provocar dolor.
Cómo evitar agujetas:
- Actividad deportiva de forma regular
- Entrenamiento específico de fuerza coordinación y movilidad
Las agujetas son consecuencia de afrontar cargas (fuertes) a las que el cuerpo no está habituado, como el entrenamiento cardio o de fuerza. Gracias a un entrenamiento regular, cuya intensidad aumentará lentamente, podrás evitarlas. Con la regularidad se mejora también la coordinación de las zonas intramusculares.
¿Se pueden evitar las agujetas?
Claro que es posible evitar las agujetas. Pero si eres de las personas a las que les gusta realizar un entrenamiento intensivo y variado, intentando trabajar la musculatura siempre de forma distinta, estarás poniendo tu cuerpo siempre a prueba. Estas cargas a las que tu cuerpo no está habituado pueden provocarte agujetas.
¿Qué puedes hacer en caso de agujetas agudas?
- Baños calientes para estimular la circulación
- Sauna
- Ejercicios de movilización
- Sesiones de entrenamiento suaves
En ocasiones, el mejor remedio es la recuperación activa. Después de sesiones exigentes que hayan tenido las agujetas como resultado, una sesión de entrenamiento suave puede ayudar a la regeneración.
¡Da la bienvenida a las agujetas!
Como ves, las agujetas no son nada malo ni suponen un riesgo para tu salud. Las células musculares vuelven a regenerarse y no quedan secuelas. Una vez haya disminuido algo el dolor, podrás volver a darlo todo en el entrenamiento. Al menos, cuando tengas agujetas, sabrás que has trabajado bien esos músculos. ¡Eso es bueno!
Aunque debes tener cierto cuidado. A veces no son sólo los músculos los que duelen después del entrenamiento. Aquellos problemas que se prolonguen en el tiempo más de lo debido, no deben ser ignorados y deben ser consultados con un médico.
