Cada persona logra motivarse de distintas maneras. Por ello, aunque apuntarse al gimnasio pueda parecer lo más lógico si decides iniciarte en el fitness o llevar tu entrenamiento al siguiente nivel, no tiene por qué funcionarle igual a todo el mundo. Este es el motivo por el que nos hemos propuesto presentarte en este artículo los beneficios de entrenar en casa que son múltiples y variados.
Dinero
El primer motivo, y quizá el más obvio, es el ahorro mensual que notarás en tu cuenta bancaria si te decantas por renunciar al gimnasio. Está claro que tendrás que invertir en algo de equipamiento básico para configurar tu entrenamiento en casa. Sin embargo, al final te estarás ahorrando mucho dinero si miras bien e inviertes con sabiduría.
Tiempo
Probablemente el factor más preciado de la lista y al que más partido le podrás sacar: ¡más minutos al día! Reduciendo el tiempo que necesitas para preparar tu bolsa de deporte, el viaje al gimnasio de ida y vuelta, el tiempo para cambiarse antes y después de hacer ejercicio… estarás liberando tiempo para prolongar el entrenamiento. También podrás emplear ese tiempo extra para realizar los importantes ejercicios de enfriamiento que a menudo sacrificamos cuando vamos con prisa.
Flexibilidad
El entrenamiento en casa también se ajusta mejor a tu planificación y podrás entrenar en cualquier momento que tengas hueco. También podrás aprovechar esos momentos inesperados en el trabajo que terminas antes o cuando te falle el canguro para tu bebé. En el caso de las clases de gimnasia, si el tren que te lleva a casa llega tarde, es probable que tus planes de entrenamiento se arruinen.
A tu rollo
No nos malinterpretes. En Fitshop nos encanta socializar y hacer nuevos amigos. Pero en ocasiones, al hacer ejercicio, también se trata de centrarte en ti y alejarte del estrés del trabajo y el día a día. Y muchas personas prefieren aislarse del mundo por un momento y olvidarse del resto. Esto puede resultar complicado en un gimnasio abarrotado, sobre todo cuando tienes que tener cuidado con el resto, o si tienes que esperar a que otra persona termine de usar el equipo con el que deseas entrenar. Y eso por no mencionar los egos que puede haber en un gimnasio, ni los usuarios que marcan tendencia y que puede resultar contraproducente para nosotros.
En casa podrás hacer ejercicio sin sentir que nadie te juzga y tomarte las cosas a tu ritmo, sin temor a que alguien se te adelante por el equipamiento o a estar obstaculizando el entrenamiento de otros. Podrás relajarte y disfrutar del entrenamiento, centrarte en tu persona y evitarte la presión de saber que otros puedan fijarse en cómo vestimos o cómo nos vemos.
Higiene
No hay nada peor que los usuarios que no limpian y ordenan correctamente el equipamiento que han estado empleando, haciendo que la vida sea más difícil y mucho menos higiénica para el resto. De hecho, según un estudio realizado por la web Fitrated, después de probar una cinta de correr, una bicicleta estática y algunas pesas en 3 gimnasios diferentes, encontraron más de 1 millón de gérmenes por pulgada en cada uno de los aparatos. Y si esto no es suficiente para que te lo replantees, hasta un 70% de las bacterias descubiertas eran nocivas, pudiendo causar enfermedades e infecciones cutáneas.
Entrenamiento hecho a medida
Una vez que sabes cuáles son tus objetivos de entrenamiento, podrás centrarte y crear sesiones concisas para alcanzar tus metas, sin distraerte con las muchas máquinas distintas, que no necesariamente son más efectivas. Y por último, si estás trabajando en el entrenamiento de tu resistencia y básicamente levantas peso, ¿por qué pagar un gimnasio que ofrece clases de Spinning o Zumba, y una piscina, su nunca haces uso de ello?