Cuando decidas que deseas empezar con un entrenamiento en casa, haciendo uso de una bicicleta, pronto te darás cuenta de que tienes infinidad de opciones. Por lo pronto, para pedalear en interior, te encuentras con 3 categorías distintas de aparatos: las bicicletas de ciclismo indoor, las bicicletas estáticas y los rodillos. Y para que la elección no te suponga un suplicio, aquí te dejamos una pequeña comparativa.
¿Bicicleta de ciclismo indoor, estática o rodillo?
De cada una de las 3 categorías existen gran variedad de modelos en un rango muy amplio de precios. En Fitshop.es encontrarás bicicletas de ciclo indoor desde unos 300€ hasta unos 3.500€, mientras que la bicicleta estática ergométrica más cara alcanza los 7.995 € (aunque hay que decir, que ¡bien los vale!). Los rodillos se mueven en la horquilla de 110€ a 1.200€. Dada tal diversidad, el artículo de hoy no pretende ser una guía de compra de cada una de las categoría, sino exponer con claridad cuáles son las características principales de cada tipo de máquinas.
Un clásico en el entrenamiento doméstico: la bicicleta estática
Dentro de la categoría de bicicletas estáticas queremos hacer especial énfasis en el subconjunto de las bicicletas estáticas ergométricas o también llamadas «ergómetros», las cuales permiten un entrenamiento preciso con vatios de potencia. Los ergómetros son sin duda los aparatos más versátiles de las tres categorías comparadas. Por definición, cuentan con un indicador de vatios, lo que significa que la consola te muestra la potencia que consigues en cada momento. Esto es posible gracias a un sistema de resistencia electrónico, que se puede ajustar de forma automática. Así, en muchos aparatos es posible p.ej. preseleccionar una potencia, de modo que el sistema ajuste la resistencia dependiendo de la velocidad de pedalada. De esta forma la potencia se mantendrá de manera constante. La precisión de estos sistemas depende de la calidad del ergómetro. Una bicicleta estática de 300 euros difícilmente medirá los vatios con precisión.
Gracias al ajuste automático de la resistencia, los ergómetros también ofrecen otras funciones adicionales. Entre ellos, tenemos p.ej. el ajuste de la resistencia según la frecuencia cardíaca o los cambios de resistencia preprogramados (programas de entrenamiento). En general las bicicletas ergométricas ofrecen las mejores opciones de control e indicación.
Comodidad de entrenamiento
El entrenamiento con una bicicleta ergométrica es probablemente el entrenamiento cardio más cómodo para casa. El entrenamiento es respetuoso con las articulaciones y como te sientas de forma erguida, podrás ver la tele mientras tanto, o incluso leer, una vez que te hayas acostumbrado. Si buscas aún mayor comodidad, el aparato adecuado son los ergómetros reclinados, ya que éstos cuentan con un auténtico asiento con respaldo y la postura de pedaleo es más horizontal. Con ellos, el entrenamiento es realmente relajado y permite el entrenamiento p.ej. a personas con dolores de espalda, ya que la carga es notablemente menor.
Las bicicletas ergométricas tienen sus limitaciones en lo que a potencia máxima se refiere. Ésta suele situarse entre los 300 y 400 vatios, aunque hay alguna excepción que llega hasta los 1000 W. De cualquier modo tampoco se trata de una limitación drástica, ya que 300 vatios de potencia suponen un reto incluso para deportistas domésticos entrenados y sólo se suelen alcanzar al realizar un entrenamiento de alta intensidad. Por lo tanto, las bicicletas ergométricas están indicadas en principio para el entrenamiento cardio y fitness, así como para perder peso. Pero los mejores modelos ofrecen también resistencias que pondrán al límite incluso a los deportistas más entrenados.
Entrenar en el salón con una bicicleta de carreras: bicicleta de ciclismo indoor
A diferencia de las bicicletas ergométricas, la resistencia en las bicicletas de ciclismo indoor es por lo general de tipo mecánica, esto es, una pastilla de freno o zapata que fricciona con el volante de inercia, siendo el ajuste de la resistencia manual mediante palanca o pomo giratorio. También existen bicicletas de ciclismo indoor con sistema de resistencia magnética tanto de ajuste manual como electrónico, e incluso algunas con sistema de frenado por inducción electromagnética. Los sistemas de resistencia magnética (y más aún los electromagnéticos) requieren un menor mantenimiento que los sistemas de resistencia mecánica o por fricción, ya que hay menos piezas sometidas a desgaste. Además aportan mayor progresividad y una resistencia más uniforme en todo el pedaleo. En cuanto a la transmisión cabe señalar que , aunque existen bicicletas de ciclo indoor con piñón libre, la gran mayoría son de piñón fijo. Esto significa que siempre que el volante de inercia esté girando, también lo harán los pedales. No hay punto muerto. Si quieres dejar de pedalear, debes parar el volante frenando poco a poco o de golpe con el freno de emergencia. Para las personas que se inician en el entrenamiento de ciclo indoor y que sólo han probado bicis outdoor (de piñón libre), esto puede resultar algo raro al principio.
Por lo demás, el entrenamiento en una bicicleta de ciclo indoor imita a una bicicleta de carretera tanto en su estética deportiva como en la postura sobre la bici más acoplada que en la bici estática. Probablemente no haya otro aparato de fitness en el que la posición del asiento y el manillar pueda ajustarse de manera tan individual y precisa. Además las bicis de ciclo indoor ofrecen la mejor estabilidad, es decir, son las más macizas y las que menos se mueven. Esto es posible debido a que las bicicletas de ciclismo indoor cuentan con una estructura muy sencilla sin los carenados habituales de las bicicletas estáticas. Una estructura sólida es necesaria porque las bicis de ciclo indoor son los aparatos que ofrecen una alta resistencia. Por ello son ideales para cualquiera que desee darlo todo durante el entrenamiento y le guste la alta intensidad.
Entrenamiento con rodillo
Los rodillos de entrenamiento son otra de las opciones para realizar un entrenamiento de ciclismo en casa. Estos rodillos resultan aparatos de entrenamiento interesantes para quien desee entrenar con una auténtica bicicleta. ¿Por qué? Pues básicamente para lograr el máximo realismo o parecido con el entrenamiento outdoor. Para ello, la rueda se fija en el soporte y esta gira sobre un rodillo. Esto tiene obviamente la ventaja de que puedes entrenar en tu propia bicicleta, aunque el desgaste es realmente alto. Es por ello que muchas personas suelen tener una segunda bici. Esta «bici segundona» es la que usan para el entrenamiento con el rodillo. De este modo se cuida la bicicleta de uso habitual. Además, así también se ahorra el tiempo de ajuste necesario para anclar la bicicleta y volver a soltarla del rodillo.
Otro punto que destaca en los rodillos de entrenamiento es la alta resistencia. Estos rodillos ofrecen resistencia suficiente incluso para deportistas profesionales. Asimismo, los modelos especialmente buenos, suelen venir con buen software de entrenamiento. Por ejemplo Tacx, una de las marcas líder del sector, ofrece rodillos interactivos con la opción de recorrer tramos reales con mucho detalle. La resistencia se irá ajustando además al perfil del tramo. Algo que está genial.
Hay que tener también en cuenta que para algunas personas los rodillos pueden resultar algo ruidosos y que muchos principiantes pueden tener problemas de equilibrio, especialmente con los de tipo rulo. Las personas que no están muy entrenadas suelen tender a balancearse con el tren superior cuando la cosa se pone seria, lo cual es una inercia del outdoor a evitar si queremos que el rodillo nos dure y no tener algún susto.
El punto intermedio: ¡Race Bikes!
Como el ámbito del fitness es muy innovador, también existe un punto intermedio. Se trata de las conocidas como «race bikes» como la Taurus Z9. Estas bicicletas son en apariencia bicicletas de ciclo indoor con un cuadro rígido y un gran volante de inercia, pero cuentan con un sistema de freno magnético, como los ergómetros. Gracias a ello, se puede ajustar la potencia de resistencia e incluso es posible entrenar según la frecuencia cardíaca.
Bicicleta de ciclo indoor, bicicleta estática o rodillo: resumen
Básicamente cada cual tiene que sopesar qué aparato es el más indicado para sus necesidades y forma física. Si tienes opción de probar las distintas bicicletas, te ayudará a decidirte por uno u otro tipo. En cualquier caso, sí podemos afirmar que la categoría de bicicletas ergométricas es la más amplia y dónde es más fácil encontrar el aparato ideal para tu nivel físico, edad u objetivo de entrenamiento. Las bicicletas de ciclo indoor y los rodillos de entrenamiento ofrecen similares efectos de entrenamiento pero podría decirse que están orientados a un público más específico, con una mejor condición física de base, para trabajar con rangos de resistencia mayores y pensados para entrenamientos más intensos. Los rodillos suelen requerir un poco más de esfuerzo para comenzar el entreno por el tema del montaje, a no ser que dispongas de una segunda bici dedicada. En las bicicletas de ciclismo indoor destaca sus amplias posibilidades de ajuste y es clave diferenciar antes de la compra entre freno de fricción y freno magnético . En los ergómetros es importante fijarse en atributos como el número de programas y la estabilidad. Por un lado, la variedad de programas de potencia, de pulso, tipo quemagrasas, rompepiernas, de montaña, etc. te ayudarán a entretenerte, ponerte retos y motivarte. Por otro lado, la estabilidad de la bicicleta ergométrica es clave para un entrenamiento cómodo y con buenas sensaciones, y es una característica que se aprecia especialmente cuando coges forma y aumentas las cargas de resistencia.