Muchos corredores menosprecian sin razón el entrenamiento con la cinta de correr. Al entrenar así, la carrera realizada en un entorno controlado ofrece muchas ventajas. Todos los factores importantes para el entrenamiento pueden controlarse hasta el más mínimo detalle. En este artículo te presentamos ocho consejos para organizar tu entrenamiento de carrera de forma óptima.
4 consejos para el entrenamiento con la cinta de correr
- Como en una cinta de correr falta la resistencia, se debe emplear la misma con al menos con una ligera inclinación. Lamentablemente aún no existen resultados exactos de estudios que indiquen qué inclinación se equipara a dicha resistencia. Las recomendaciones más habituales sitúan dicha inclinación entre el 1-2%. Ya sólo con esta mínima inclinación se estará simulando en la cinta de correr la resistencia faltante. Una ligera inclinación beneficia además el comportamiento de pisada natural de las almohadillas de los pies.
- Muchas cintas de correr cuentan con una función para entrenar según la zona de frecuencia cardíaca deseada. Según cuál sea la zona de entrenamiento elegida, la cinta de correr controla el ritmo de modo que la frecuencia cardíaca siempre se mantenga en la zona deseada.
- Calentamiento y enfriamiento lento. Muchas cintas de correr integran una fase automática de calentamiento y enfriamiento en el entrenamiento. De lo contrario, también puedes aumentar o disminuir lentamente el ritmo y la intensidad los primeros y últimos cinco minutos del entrenamiento.
- Entrenamiento óptimo por intervalos: la cinta de correr se encarga de «pensar» durante un entrenamiento por intervalos. Una vez los intervalos están programados, puedes despreocuparte y concentrarte simplemente en el ritmo. Correr al ritmo adecuado evita que corras demasiado rápido en las carreras lentas y prolongadas. Además no podrás engañar al ritmo en las sesiones más rápidas, corriendo más despacio.
… y otros 4 consejos más
- Pasa del invierno en tu cinta de correr: las condiciones de carrera se pueden ajustar perfectamente en una sala de entrenamiento. Así también estarás en forma durante los meses más fríos del año.
- Simular tramos y perfiles de ruta: una cinta de correr también te brinda la oportunidad de prepararte una carrera montañosa, incluso en las zonas más llanas.
- Entrenar bajo condiciones controladas: en una cinta de correr podrás indicar exactamente la velocidad, distancia e inclinación con la que deseas correr, sin importar el viento, la lluvia o el calor. La cinta de correr siempre mantendrá la velocidad establecida, incluso cuando tus fuerzas empiecen a flaquear. Por suerte, siempre tendrás la opción de interrumpir el entrenamiento en cualquier momento si te has quedado sin energía, sin tener que recorrer algunos kilómetros de vuelta a casa.
- El entrenamiento en este entorno controlado (en casa incluso puedes ajustar la temperatura ambiental) puede prevenir que sufras sobrecargas y lesiones. En una buena cinta de correr siempre contarás con la amortiguación óptima bajo los pies.
Si entrenas en la cinta de correr, siempre tendrás el control absoluto sobre los distintos parámetros de entrenamiento. Podría decirse que tu entrenamiento de carrera tendrá lugar bajo condiciones de laboratorio. Los requisitos óptimos para el mayor éxito de entrenamiento.
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