Cuando un amigo postea en Facebook un resumen de su última sesión de entrenamiento, lo podemos ver de dos modos. O bien como motivación o bien como fanfarronería. Pero no importa cuál sea nuestra reacción inicial. Un amigo apasionado por el deporte puede causar con ello un cambio en nuestro comportamiento. Un estudio estadounidense de 2017* investigó estos nexos y obtuvo un resultado sorprendente. Aquí te dejamos un breve resumen del estudio y te explicamos cómo puedes emplear esos efectos en tu entrenamiento.
Todos conocemos a algún entusiasta del fitness, que informa constantemente en las redes sociales sobre sus exitosas carreras y sesiones de entrenamiento. En la mayoría de los casos, son los propios software o aplicaciones de los monitores de actividad y relojes deportivos los que se encargan de publicar en Facebook y Twitter un resumen de cada sesión de entrenamiento realizada. Claro, siempre que se tenga dicha función activada.
Las reacciones a estas notificaciones de estado, que informan del orgullo que provoca el esfuerzo deportivo, suelen ser muy diferentes. No importa si estas notificaciones de éxito nos resultan inspiradoras o nos sacan de quicio. Siempre nos pueden motivar para volvernos algo más activos en el ámbito deportivo.
Así funciona este contagio social
En el mencionado estudio, los científicos del MIT estadounidense descifraron la manera en la que actúa esta motivación. Los investigadores tomaron datos durante un periodo de cinco años de monitores de actividad pertenecientes a usuarios de Norteamérica, Europa y Asia. Se tuvieron en cuenta datos de entrenamiento de 1,1 millones de corredores. En el periodo de estudio éstos recorrieron un total de 350 millones de kilómetros. Además compartieron sus sesiones de entrenamiento con 3,4 millones de amigos y conocidos en redes sociales.
Cuanto más densa era la red social, mayor era la influencia en la propia actividad deportiva. Por lo tanto, si dos amigos cuentan con varios conocidos comunes en Facebook y están conectados a uno de estos «cañones deportivos», hay una alta probabilidad de que uno de los dos amigos se motive con los resultados del otro, intentando incluso superar los resultados de su modelo.
Los investigadores justifican este llamado «contagio social», que lleva a una mayor actividad deportiva y a un mejor rendimiento, mediante el deseo de no dejarse igualar o superar.
El estudio concluyó también que los hombres se dejaron motivar tanto por otros hombres como por mujeres para aumentar la actividad deportiva. Sin embargo las participantes femeninas sólo se dejaron influenciar por otras mujeres.
Este es el primer estudio en el que los investigadores pudieron valorar una cantidad tan importante de datos de entrenamiento. El estudio muestra que es posible propagar comportamientos saludables mediante las redes sociales. Además brinda enfoques de investigación, que muestran que el camino hacia un estilo de vida saludables también se puede influenciar de manera positiva y consciente.
Naturalmente el estudio no ha podido dilucidar si este efecto también es eficaz en el caso de deportistas que no emplean relojes deportivos o monitores de actividad en sus sesiones de entrenamiento.
Así puedes usar este efecto en tu entrenamiento
Si empiezas a ver las actualizaciones de tus amigos en Facebook como un incentivo en lugar de como una fanfarronería, podrás motivarte y volverte más activo. Con la adquisición de un reloj deportivo podrás ejercer un efecto positivo sobre el comportamiento de amigos y conocidos. Sólo tienes que postear actualizaciones de estado sobre tu entrenamiento en las redes sociales. En el mejor de los casos, incluso os incentivaréis mutuamente para mejorar el rendimiento.
El deporte engancha – Resumen
Los posts de datos de entrenamiento en las redes sociales ejercen una gran influencia sobre las personas conectadas. Practicar deporte es contagioso, según el estudio. Incluso a través de las redes sociales.
Los monitores de actividad y pulsómetros pueden motivar de maneras muy diversas para lograr una mayor carga de entrenamiento y un mejor rendimiento deportivo. Sobre todo cuando estamos conectados en una red social con amigos, con los que busquemos situaciones de competición.
*Para leer el estudio: Exercise contagion in a global social network; Sinan Aral & Christos Nicolaides; Nature Communications 8, Article number: 14753 (2017); doi:10.1038/ncomms14753
https://www.nature.com/articles/ncomms14753