Al hacer ejercicio, aumenta la temperatura corporal, sobre todo ahora que empieza a hacer más calor. Esto es algo que no agrada del todo al cuerpo humano y por ello pone en marcha un complicado mecanismo. Este mecanismo se llama: sudor. Los líquidos que se sudan se condensan en la superficie dérmica y gracias a ello el cuerpo logra enfriarse. Pero en este proceso no sólo se elimina agua, sino que también perdemos electrolitos. Y una deficiencia de electrolitos y agua es mala para el cuerpo.
El rendimiento (psíquico y físico) disminuye, por lo que para contrarrestar esto, sólo nos queda una cosa: ¡beber! En el mercado encontrarás numerosas bebidas deportivas o isotónicas. Algunas marcas hacen hincapié en su alto contenido en electrolitos, y se venden como la solución ideal para la «rehidratación». Que por cierto, «rehidratación» no es otra cosa, sino beber. En cualquier caso, está claro que los electrolitos juegan un papel importante.
La importancia de la armonía
El típico cuerpo humano sano ha de estar en armonía, en equilibrio. Uno de estos equilibrios afecta a las «soluciones iónicas», que llamamos electrolitos. Estas sustancias son indispensables para mantener el control de músculos y nervios de todo el cuerpo. Entre los electrolitos más importantes encontramos el sodio, el potasio, el calcio, el magnesio, el cloruro, el fosfato y el anión hidrogenocarbonato (bicarbonato). El sodio y el cloruro también se encuentra en un compuesto químico muy conocido: el cloruro de sodio. ¿No te suena? Quizá su nombre común te diga algo más: sal. De hecho por ello suele tener un sabor salado el sudor.
Nuestro compañero nos muestra qué es la pérdida de electrolitos y la deshidratación
La deshidratación también se puede combatir de hecho simplemente con agua. Pero como hemos mencionado, los electrolitos cumplen un papel muy destacado en el mantenimiento de muchas funciones corporales. Además, el agua se transporta mucho más rápido a las partes correctas del cuerpo gracias a los electrolitos. Los electrolitos extraen (o empujan) el agua a través de las paredes celulares. De hecho, la llamada «presión osmótica» aumenta. Increíble, ¿no?
Además de agua y electrolitos, muchas bebidas deportivas contienen también carbohidratos (que no son tan malos como la fama que los persigue), que aportan energía de forma rápida. Esto es algo bastante positivo para sesiones cardio especialmente prolongadas. Obviamente no hay que recurrir a cualquier bomba de azúcar, ya que recuperarías al momento las calorías perdidas.
Otra ventaja de las bebidas isotónicas con electrolitos que vienen con una cantidad suficiente de sodio es… que más tarde te hará ir al baño. Ésto vuelve a tener relación con la osmosis. Menos mal que en su momento prestamos atención en las clases de química… Gracias a eso sabemos que el agua tiende a quedarse con la sal, y llega incluso a seguirla. Por lo tanto permanece más tiempo en el cuerpo y de ese modo se puede explotar mejor, antes de que vuelva a abandonar el cuerpo.
¿Para quién son adecuadas la bebidas con electrolitos?
Para aquellas personas que practican deporte en su tiempo libre, como ir a correr una hora, estas bebidas no son estrictamente necesarias. En esos casos es suficiente con beber lo suficiente después de practicar deporte, y mejor con un suplemento de electrolitos. Durante las actividades de resistencia a partir de 60-90 minutos, puede ser una buena idea tener a mano una botella con una de estas bebidas con electrolitos. Obviamente, añadirle ginebra no es buena idea.
Las recomendaciones de ingesta de electrolitos y líquido quedarían totalmente cubiertas en circunstancias normales por una alimentación normal. Pero, ¿qué es lo normal? Cada personas suda de manera distinta. Simplemente haz caso a tu cuerpo. Tener sed es la señal para beber. Si sudas mucho y/o vas a realizar sesiones de entrenamiento prolongadas, simplemente tienes que tener tu bebida con electrolitos a mano.
¿Qué síntomas tiene la deshidratación?
Beber es bueno para aliviar la sed
El indicador más seguro de que a tu cuerpo le falta agua es la sed. Lamentablemente, hoy en día hay mucha gente a «desaprendido» a detectar la sed. Sí, aunque parezca mentira, es posible dejar de entender la sed y el hambre. Una alimentación irregular y poco saludable, con aditivos extraños, pueden llevarte a dejar de entender a tu propio cuerpo como debieras. En el caso de beber agua, tampoco es tan terrible, ya que habría que beber mucha agua para que fuera peligroso. Sin embargo, comer demasiado es algo que pronto se refleja en las caderas. Por lo tanto, tener un poco más de sed, no es tan malo. Pero tener poca sed, por lo contrario, puede ser realmente perjudicial. Si nunca tienes sed, ni siquiera horas después de un entrenamiento cardio prolongado o al día siguiente de realizar una ruta por el bosque, o si tu orina es cada vez más amarilla tirando a naranja, debes beber. Beber mucho. Y si no mejora, acudir al médico.
Receta de bebida isotónica
Aquí te dejamos una receta para que puedas prepararte tu propia bebida con electrolitos de forma muy sencilla. Simplemente necesitas un litro de agua. A ésta, le añadimos 5-7 cucharaditas de azúcar, una cucharadita de sal común y el zumo de 3-5 naranjas. ¡Listo! Naturalmente, puedes emplear otros zumos (menos los artificiales y azucarados).
Bebidas isotónicas contra la resaca
¡Dadle a este hombre electrolitos!
Y aquí va un último consejo (no tan deportivo): las bebidas isotónicas sientan muy bien cuando tienes resaca. Si después de una noche alegre te levantas con dolor de cabeza y con mucha sed, significa que estás sufriendo deshidratación. Te falta agua y con ello también electrolitos y sales minerales.. En estos casos una bebida isotónica casera en el frigorífico puede obrar milagros. Así que asegúrate de tener preparada esta bebida en casa, antes de irte de copas o de acudir a un círculo literario.
PD: ¿Qué son los electrolitos?
Aún no te hemos dicho qué son los electrolitos, científicamente hablando. Así que aquí va la definición:
Los electrolitos son sustancias que conducen electricidad en una solución acuosa. Estas sustancias pueden ser bases, ácidos o sales. En el cuerpo humano, los electrolitos como el sodio, el cloruro, el magnesio, el potasio y el calcio son imprescindibles para la supervivencia de las células.
