¿A quién no le gusta llevar una vida cada vez más saludable? Siguiendo un par de hábitos beneficiosos al día que nos presentan nuestros compañeros de Powerhouse Fitness, podrás mejorar tu estado de ánimo, tu salud y tu condición física.
Por desgracias, no todo lo bueno es necesariamente placentero… Acuérdate de cuando tu madre te obligaba a comer brócoli…
En este artículo te dejamos algunos consejos sobre pequeños hábitos que puedes adoptar para que tu salud y condición física se vean beneficiadas. ¡Pero seguro que te cuesta ponerlas en práctica!
Hábitos saludables: Duchas de agua fría
Empezamos con uno de los hábitos que la mayoría considerará el peor de todos. Quizá te suene a medida de campamento militar. O igual piensas que te estamos tomando el pelo para ver cuántas personas se animan a hacerlo. Pero no, ¡realmente te aconsejamos las duchas de agua fría!
Puede aumentar tu estado de alerta, mejorar la salud de tu piel y cabello, mejorar tu sistema inmune y la circulación sanguínea, estimular la pérdida de peso, acelerar la regeneración muscular y eliminar el estrés.
Al principio puede que te cueste, pero te aseguramos que te terminarás acostumbrando, y al final estarás deseando de que llegue el momento de ducharte.
Hábitos saludables: Desenchufar tus dispositivos
La mayoría de personas de las sociedades modernas están bastante enganchadas a sus móviles, tablets, ordenadores y otros dispositivos. ¿Qué hay de malo en ello? Tienes a mano toda la información que necesitas, y además puedes disparar pajaritos a torres vigiladas por cerdos.
Sin embargo, cada vez son más los estudios que se realizan acerca de la adicción tecnológica. Parece ser que existen numerosos beneficios si se abandonan estos dispositivos un par de horas al día.
En inglés existe incluso el término «tech neck», que hace referencia a la mala postura en la que colocas el cuello cuando haces uso de estos dispositivos (se tiende a inclinar levemente la cabeza hacia abajo). Esto puede llevar a numerosos problemas musculares y posturales, que a su vez pueden tener un gran impacto en tu vida cotidiana.
Puede parecer inofensivo revisar rápidamente tu correo electrónico. Pero después puede pasar hasta una hora hasta volver a concentrarte en una tarea después de la distracción. De modo que el hecho de poder comprobar constantemente lo que sucede en todas tus plataformas sociales, puede perjudicar a tu productividad.
Intenta a desactivar estos dispositivos al menos un par de horas al día y seguro que notas los beneficios.
Hábitos saludables: Levantarse temprano
El ruido mortal de la alarma a las 5 de la mañana provocaría escalofríos a la mayoría de personas. Pero hay numerosos efectos positivos que disfrutarán quienes se levanten temprano.
El más obvio es la productividad. Si te levantas una o dos horas antes, dispondrás de ese tiempo adicional para llevar a cabo tus tareas. Da igual si es para trabajar, para escribir un libro o para aprender a tocar un instrumento: ¡el tiempo extra es vital! Todos disponemos de las mismas 24 horas. Así que, ¿por qué dormir más de la cuenta?
Muchas personas terminan por tener que correr por la mañana, lo que hace que no puedan desayunar y comiencen el día con un alto nivel de estrés. Esto puede derivar en hábitos alimentarios pobres a lo largo de todo el día, en una disminución de la función cerebral, en un aumento de la grasa corporal y, por lo general, en algo de mal humor.
Lo mejor es cambiar la hora a la que te levantas de forma gradual. Prueba a levantarte 15 minutos antes cada semana. Antes de que te des cuenta, estarás preparando tu desayuno para cuando empiecen a cantar los gallos.
Hábitos saludables: Comer insectos
En este punto seguro que estarás pensando que estamos tentando a la suerte para ver hasta dónde sigues leyendo. Pero nada de eso. ¡Comer insectos es muy aconsejable!
Puede sonar raro, pero más de 2.000 millones de personas consumen insectos como parte de su dieta habitual. ¡Y son realmente saludables!
Para que te hagas una idea, 100 gramos de grillos contienen unas 121 calorías, 12,9 gr de proteína, 5,5 gr de grasa y 5,1 gr de carbohidratos.
Esto hace que el consumo de insectos pueda ser una forma excelente para combatir la obesidad, reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y de aumentar la ingesta de proteínas.
Seguro que aún sientes algo de aprensión al imaginarte metiendo una cuchara en un cuenco lleno de bichos. Pero, ¿cómo te quedarías si te decimos que probablemente ya estés comiendo insectos, aunque no seas consciente de ello? Los insectos se suelen criar junto con otros cultivos, por lo que es inevitable que terminen en tu comida.
Reconocemos que estos temas pueden resultar algo desagradables, pero te prometemos que son realmente buenos para ti. De modo que ya sabes: