Si algo nos caracteriza en el sur de Europa, es el buen tiempo y las altas temperaturas en verano, que superan fácilmente los 30ºC. Y así como los adoradores del sol se alegran de estas temperaturas, no lo hacen tanto los deportistas que entrenan al aire libre: con el calor hay veces que la circulación falla. Pero tampoco es buena idea dejar de practicar deporte, sobre todo si se desea mantener un buen nivel de entrenamiento. Aquellos deportistas que más entrenan, notan la pérdida de rendimiento incluso al cabo de una semana de parón. Los principiantes y deportistas de ocio tendrán que empezar prácticamente desde cero al cabo de 3 o 4 semanas sin hacer deporte. Y eso no puede ser. Por eso hemos pensado que estos 7 consejos de entrenamiento pueden venirte bien, para que puedas realizar tus sesiones, a pesar de los calores estivales:
1. El tiempo y el lugar sí importan
Quien quiera practicar deporte en pleno verano al aire libre, debería hacerlo temprano por la mañana o en las horas más frescas del atardecer. Un buen momento para el deporte en exteriores es también justo después de una tormenta, cuando el aire se ha refrescado y la humedad ambiental es más elevada. Se deben evitar las horas del mediodía, de 11 a 15 horas. Para correr, montar en bici o realizar una sesión de yoga, el bosque es un lugar ideal, ya que hay sombra y es muy fresco.
2. Comienza lentamente
Ajusta tu entrenamiento al clima veraniego: tus músculos y tu circulación primero se han de acostumbrar a las temperaturas. Cuando hace calor, no se deben realizar actividades de alto rendimiento, sino sencillamente dar un par de vueltas tranquilamente y hacer breves pausas. Por norma general, deberías escuchar a tu cuerpo. Cada cual soporta las altas temperaturas de manera distinta. Si te da dolor de cabeza o sufres convulsiones, es mejor que detengas tu entrenamiento. Cuando en el caso de los principiantes, una temperatura superior a los 20ºC ya suele ser el límite, los deportistas mejor entrenados pueden soportar por lo general bastante bien temperaturas de hasta 30ºC. También es importante calentar antes de practicar deporte, incluso en pleno verano. La temperatura exterior no influye de ninguna forma en el calentamiento de tu musculatura.
3. Practica deportes «refrescantes»
¡Lánzate al agua fresca!
¿Qué tal si en verano te das un paseo en bicicleta, en lugar de ponerte las zapatillas de correr? Al montar en bicicleta a buen ritmo, el viento te brindará una brisa muy agradable y refrescante. Un buen lugar de entrenamiento puede ser también la piscina. Con 20 minutos de natación en agua refrescante podrás mantener tu entrenamiento de condición física, incluso en pleno verano.
4. Vigila tu pulso
En verano, el cuerpo tiende a alcanzar sus límites de carga más rápidamente. Con un pulsómetro sabrás al instante, si tu pulso es demasiado alto debido a la carga. Si el pulso es superior en 10 pulsaciones o más al nivel normal, es hora de bajar el ritmo o hacer una pausa.
5. Hidrátate lo suficiente
Zumo de frutas con agua con gas: ¡con fruta fresca, el doble de rico!
Al practicar deporte en verano se suda más de lo habitual. De modo que tienes que contrarrestar la pérdida de líquidos bebiendo. Si además de agua, tomas bebidas isotónicas, o mezclas ambas en una proporción de 1:1, tu cuerpo absorberá especialmente bien esos líquidos. Además te aportarán minerales, que vas perdiendo con el sudor. Una sabrosa alternativa al agua pueden ser los tés helados o zumos de frutas mezclados con agua con gas.
6. Protección contra el sol y los insectos
Los perfumes, las cremas y los desodorantes atraen a los mosquitos. Si deseas practicar deporte al aire libre, es mejor que evites su uso y te pongas en su lugar algo de crema solar y, en su caso, crema repelente. Además, si sudas mucho, tendrás que ponerte crema regularmente. Para disfrutar de un buen equipamiento para un deportista, en verano no pueden faltar unas gafas de sol, una gorra y ropa transpirable de colores claros.
7. Lleva a cabo tu entrenamiento en interior
Entrenar en casa: cuando hace calor, todo un acierto.
¿Has pensado alguna vez en comprarte algún aparato de entrenamiento, para poder entrenar en el frescor de tu casa? Con una bicicleta elíptica podrás correr o hacer step a otras horas menos tempranas, en caso de que te guste dormir, sin que tengas que sufrir un golpe de calor. También te escapas del aire acondicionado que suele haber en los gimnasios. Éste puede provocar contracturas y dolores musculares, si el aire te da directamente después de haber sudado.
Los aparatos de fitness doméstico tendrán además al menos dos «temporadas altas» a lo largo del año: una en verano, cuando quieras evitar el calor, los mosquitos y las quemaduras al aire libre, y otra en invierno, cuando debido al frío, las heladas y la nieve, no puedas salir de casa. Y, ¿cómo no?, en cualquier momento en que esté lloviendo, no te apetezca peinarte o esté demasiado oscuro en la calle. Por lo tanto, siempre hay ocasiones en las que hacer uso de tu aparato de fitness doméstico.
Fundamental cuidar bien la hidratación. A veces no nos damos cuenta y se nos olvida beber agua , aunque no es bueno consumir grandes cantidades mientras se realiza el deporte , si que hay que cuidar estar bien hidratado en todo momento.
Muchas gracias por tu comentario. Efectivamente, como comentamos en el punto 5 del artículo, la hidratación es fundamental. Esperamos que el blog te resulte de interés.