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Los rodillos para la fascia o rodillos de masaje son aparatos pequeños y prácticos destinados al automasaje, a la relajación de la musculatura y a lo que se conoce como «Self Myofascial Release», o relajación de la fascia o tejido conjuntivo. A pesar de que el principio básico de estos aparatos de masaje siempre es el mismo, sí hay pequeñas diferencias entre los rodillos para la fascia, que queremos explicarte en esta guía.
Las diferencias principales entre los rodillos para la fascia tienen que ver con la forma y el tamaño, la dureza, la estructura de la superficie, el material, el color y el precio. Además de ello, hay que tener en cuenta que, mientras «Blackroll» o «The Grid» son marcas o modelos, el término «Foam Roller» hace referencia al material (Foam = espuma rígida). Los términos más apropiados son: rodillo para la fascia o rodillo de masaje.
Asesoramiento de Compra relativo al Tamaño y Forma de los Rodillos para la Fascia
Detrás de la pregunta sobre tamaño y forma de los rodillos, está sobre todo la pregunta sobre los objetivos de entrenamiento o el campo de aplicación. Los clásicos rodillos de automasaje para la fascia son simplemente rodillos sencillos de unos 15 cm de diámetro, y de entre 30 y 60 cm de largo. Además de esto, también los hay con formas especiales, como es el caso de las pelotas o barras de masaje. Éstos son aparatos complementarios con los que podrás centrarte con mayor precisión sobre músculos o partes específicas del cuerpo.
Los más conocidos son los rodillos de automasaje para la fascia de unos 30 cm, con los que se puede realizar un entrenamiento o masaje corporal integral. Esto significa que se pueden emplear en cualquier ejercicio del entrenamiento de la fascia, y nunca supondrán una mala elección. Si te quieres centrarte en otros campos de aplicación o en masajes de ciertos músculos, tendrás que pensar en hacerte con aparatos de masaje complementarios. Los modelos de 30 cm de longitud valen para todo, mientras que los modelos de entre 45 y 60 cm se adaptan mejor a los ejercicios de espalda..
Los rodillos más largos (más de 60 cm) y blandos se conocen también como rodillos para Pilates. En este caso el efecto de masaje queda más en un segundo plano, dejando el protagonismo al efecto de ejercicio. Son ideales p.ej. para ejercicios de estabilización y para el entrenamiento del equilibrio. Además no cuentan con un núcleo duro, por lo que son mucho más blandos, de manera que también se pueden realizar ejercicios más largos con ellos. Gracias a los rodillos para Pilates se moviliza sobre todo la espalda.
Una versión especialmente corta es el Blackroll Mini, con un diámetro de 5 cm y una largura de 15 cm. Éstos se adaptan perfectamente a los masajes de los antebrazos o también de los pies, en especial de la fascia plantar. Por ello un Foam Roller es imprescindible para los corredores. Las pelotas individuales o dobles de espuma rígida son apropiadas en especial para el masaje de la planta del pie, así como del cuello o la espalda.
Grado de Dureza de los Rodillos de Automasaje
La dureza de los rodillos de automasaje para la fascia también es un factor determinante a la hora de hacerse con un rodillo de masaje, más allá del tamaño y la forma. Los rodillos más blandos se adaptan mejor al comienzo del entrenamiento, así como a personas más ligeras. Un grado medio de dureza suele necesitar un breve período de adaptación, aunque después aumenta considerablemente el efecto de entrenamiento. A quien ya esté hecho al uso de los rodillos de automasaje para la fascia y desee un mayor desarrollo deportivo, se les recomienda encarecidamente un rodillo de masaje de especial dureza.
Los rodillos más duros suelen resultar algo incómodos para los principiantes en el entrenamiento, y pueden llegar incluso a provocar cierto dolor. Aunque pronto te acostumbrarás y la dureza pasará a ser un argumento especialmente importante para el rodillo para la fascia. Incluso merece la pena disponer en casa de aparatos de distintos grados de dureza para las diferentes partes del cuerpo: en el caso de la espalda y las pantorrillas p.ej. está especialmente indicado el uso de un rodillo duro, mientras que para el tibial anterior se pueden emplear rodillos algo más blandos.
Rodillos de Entrenamiento según el Grado de Dureza
- Rodillos blandos: para principiantes en el entrenamiento, personas muy ligeras o en caso de alta sensibilidad al dolor
- Grado medio de dureza: para personas más deportistas y de peso medio; las molestias de los primeros momentos desaparecerán al cabo de pocos usos
- Rodillos duros para la fascia: para personas muy atléticas con poca sensibilidad al dolor; para uso diario
Estructura de la Superficie de un Rodillo de Masaje
Los rodillos de espuma rígida originales contaban simplemente con una superficie plana, como la que tienen hoy los conocidos Blackroll. Además también hay rodillos de automasaje para la fascia con superficie granulada o estriada. Así la estructura de la superficie de los rodillos de masaje con puntos de activación deberá estar inspirada en las manos humanas. Estas estructuras de la superficie deberán aportar estímulos de masaje adicionales.
Las superficies granuladas son perfectas para un tratamiento especialmente adecuado de los llamados puntos gatillo. Los puntos gatillo o nudos musculares se pueden tratar y evitar a largo plazo mediante el entrenamiento con este tipo de rodillos. Aquellos músculos y zonas corporales de difícil acceso, que suelen ponerse a prueba en el día a día con posturas incorrectas, se pueden fortalecer y relajar hasta el estado inicial deseado, mediante un masaje de activación de la circulación y una profunda respiración simultánea.